Las danzas autóctonas de la Costa Chica de Guerrero tienen diferentes orígenes y significados, por lo que es importante tener clara la información de cada una de ellas.
Danza de "Los Diablos" y danza de "La Tortuga", surgen en la época de la Colonia cuando se trajeron esclavos negros a la región, simbolizan el pensamiento cosmogónico de los afrodescendientes combinado con los caracteres naturales de la Costa, como la tortuga que sale a depositar sus huevos a la playa. Consiste en la aparición de una gran tortuga, que ejecuta un hombre corpulento con máscara de animal; está construida por arcos de madera cubiertos de manta, manchada de pintura negra, roja, amarilla y verde; sobre ella monta un negro, mientras alrededor, baila un número indeterminado de danzantes vestidos de modo diferente; en sus movimientos y ademanes, realizan actitudes grotescas, muy del gusto de los lugareños. En el clímax, la tortuga empieza a poner sus huevos; huye después, hacia el mar, dejando, mientras camina, pequeñas esferas de trapo que simulan los huevos del quelonio.
La música, que no tiene letra escrita, fue compuesta por Rafael Polanco, Originario de Ometepec, e interpretada por el Chile frito.
Danza de "Los Diablos", es una representación del bien y del mal para ahuyentar a los malos espíritus, por eso se representa el día de Muertos al fusionarse la cultura aficana con la adoración de la muerte por los antiguos mexicanos; el pensamiento de los hombres africanos se refleja en la forma de la máscara, el ritmo de la danza al compas de la charrasca, quijada de burro con los dientes flojos, y el tambor tallado con un madero que produce un sonido como de soplido. Tiempos después se incorporó la armónica como intrumento de ritmo. Es herencia cultural de los pueblos negros de la Costa Chica de Guerrero y Oaxaca, que al obtener su liberación en la independencia de México, se quedaron asentados en la comarca, por lo que no se puede hacer un señalamiento del lugar de origen específico.
Danza de "Los Apaches", es propia del municipio de Azoyú, además de los danzantes participan la reina América y la reina "Española", quienes pronuncian un diálogo antes de iniciar la danza. Los ejecutantes "
Danza de "La Conquista". Esta danza es una herencia del teatro de evangelización y catequización llevado a cabo por los frailes misioneros después de consumada la Conquista de México, que mediante representaciones teatrales se mostraban al pueblo pasajes de la Biblia y de la vida de los santos.
Danza del Toro de Petate. Es originario de Ometepec, nació en el último tercio de la Colonia, y es una remembranza de los ranchos que había por los contornos. La danza alude a las partidas de toros que se mandaban al Salvador y a los ranchos de la costa en aquella época, sus personajes son: el mayordomo, el caporal, los vaqueros que pueden ser hasta 20, el monteador y el terrón. Los vaqueros representan cada uno de ellos a los ranchos de la hacienda, que comúnmente llevan los nombres de La Providencia, La Luz, La Cañada, El Ciruelo, El Tamarindo, Camalote, Charco Grande, Tierra Blanca, etc. Se efectúa en la fiesta de San Nicolás el día 10 de septiembre en dos iglesias de Ometepec que lo tienen como santo patrón, mismas que le conceden gran devoción desde la construcción del toro, la velación y la celebración.
Danza del Macho Mula. Se formó después de la independencia, cuando desapareció el Sub-delegado Virreinal, y Ometepec fue la cabecera del partido de su nombre, el que unido al de Ayutla, formaban el Departamento de la Costa y junto con el Departamento de la Montaña, constituyeron el Cantón de Tlapa, que pertenecía a la Provincia de Puebla. Pues bien, Ometepec, como cabecera del partido anualmente tenía que mandar su documentación oficial electoral a la Ciudad de Puebla, Capital de la provincia, para que calificaran las elecciones y nombramiento de empleados y funcionarios. Con ese motivo, los indígenas encargados de conducir la documentación, preparaban un macho o una mula, para que cargara aquellos papeles y los alimentos de los emisarios, que hacían más de un mes de viaje para llegar de Ometepec a Puebla caminando a pie.
La danza es un recuerdo de esa época; por eso aparece un indio jineteando un macho, al que conducen otros indios jalándolo del cabestro. El macho es de madera y aparenta cabalgarlo un indio, el que lleva un chirrión en la mano con el que azota a los otros danzantes si se descuidan o a las gentes que los siguen. Causa mucho alboroto entre el público, escándalo y risotadas, cuando caen los perseguidos por el macho.
Que buena información :D
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